Ana Belén nació con 690 gramos, lo que hizo que desde el comienzo sea una nena muy especial. Supuso también mucha lucha ya que estuvo bastante tiempo en neonatología. “Siempre decimos que, aunque no escuchaba, ella se comunicaba con los ojos, porque todo te lo podía contar con la mirada”, comentó su mamá. Con dos
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