
“Esa sensación de escuchar por primera vez nosotros lo sentimos como si también hubiésemos escuchado por primera vez”.
Los papás de María se emocionan al recordar ese momento. Alegre, traviesa y amante de las actividades al aire libre, a esta niña mexicana de 5 años nada la detuvo.
Desde muy chiquita María asistió a la guardería. Sin saberlo y ante la imposibilidad de poder escuchar, desarrolló una habilidad que una vez conocido el diagnóstico real, sus compañeritas y maestras se mostraron sorprendidas: había generado una lectura de labios impresionante.
Hoy, María disfruta de una llena de sonidos gracias a su implante coclear. Disfruta de andar en patines, jugar por el parque y bailar. Conócela.